Mi historia con el español empezó en la secundaria en Francia. En ese momento (a los 13 años) empecé a aprender este hermoso idioma.

Desde ese momento ¡me ha encantado estudiarlo! Por esa misma razón, cuando entré a la preparatoria, estudié mi “baccalauréat” (bachillerato) con enfoque en español y eso me permitió irme dos veces de intercambio a Lorca, España. Luego pude seguir con el estudio del español durante los dos primeros años de mi licenciatura en matemáticas. El momento en el cual todo se aceleró fue cuando mi universidad y la Unión Europea me otorgaron una beca de estudios en Logroño, España.

Siempre había estudiado este idioma mediante clases, pero esta fue para mí la oportunidad de realmente intercambiar con hispanohablantes. Pude conocer españoles, chilenos, filipinos pero sobretodo mexicanos. Allí nació mi amor por México. Pasé siete meses conviviendo con mexicanos, me enseñaron su cultura, su manera de hablar, su comida y sobretodo su personalidad!

Al finalizar mi licenciatura, con el apoyo de mis amigos latinoamericanos, vine a conocer México. Me enamoré de su gente, de su comida, de su clima, de su comida y decidí ¡aquí voy a vivir! Regresé a Francia para estudiar mi maestría en educación, pero hice mis practicas profesionales en un liceo francés en México.
Y desde ese momento, me dedico a compartir con mis alumnos y en mis redes sociales mi amor por la docencia, por la enseñanza del francés (por el cual obtuve un diplomado, además de mi maestría) y los ayudo a lograr sus metas.